· 

Los estereotipos de género

Seguimos ampliando nuestra cesta de herramientas feminista. Instrumentos que nos permiten reflexionar sobre nuestros cuerpos, relaciones y entornos. Hoy le toca el turno a los estereotipos de género. Y el akelarre reflexiona a través de Andecha y Agarimo sobre cómo afectan estos prejuicios a su desarrollo y vivencias. Pero vamos a comenzar por el principio, ¿qué son los estereotipos de género?

Andecha y Agarimo cuelgan de una cuerda para (re)pensar sobre el peso de los estereotipos de género. Pero, ¿qué son?
Son prejuicios generalizados sobre las caracterísiticas y roles que hombres y mujeres deberían cumplir.
y se expanden a través de la educación, la familia o los medios, entre otros.

 

Un estereotipo de género es un prejuicio generalizado sobre las características y roles que hombres y mujeres deberían cumplir. Algo que acaba afectando a las elecciones, objetivos o formas de vida de todas las personas.

 

     Estos estereotipos se extienden a través de los diferentes espacios de socialización desde que nacemos: familia, educación y, por supuesto, medios de comunicación. Y van conformando lo que entendemos (y naturalizamos) por ser hombres y mujeres.

 

Así, mientras Andecha escuchará que "las niñas son dulces y les gusta complacer, son discretas y educadas, no saben tomar la iniciativa aunque, a veces, son un poco mandonas y que hablan como cotorras", Agarimo escuchará que "los niños son valientes y saben liderar, son intrépidos y un tanto descuidados, siempre toman la iniciativa. Es decir, serán líderes natos que saben tomar la palabra".

   Mientras Andecha escuchará que "las niñas son frágiles y necesitan protección y ayuda, se dejan llevar por las emociones y sueñan con ser la princesa a rescatar", Agarimo escuchará "los niños son fuertes y deben proteger, no pueden pedir ayuda nunca, tampoco llorar y soñarán con ser héroes".

     De esta forma, Andecha crecerá con la idea de que tiene que estar en un segundo plano porque tomar la iniativa y ocupar el espacio público no es lo suyo. Andecha no querrá ser mandona o una cotorra. Mientras que Agarimo pensará que puede ser un líder pero que, para ello, tiene que aplacar sus emociones y no mostrar lo que señala como "debilidades".

Además, a lo largo de su vida, Andecha verá una y otra vez cómo las niñas adoran las muñecas, la ropa, el maquillaje y las ficciones románticas. Verá que las niñas no son muy de deportes y, si se decantan por uno, será baile o gimnasia rítmica. Mientras que Agarimo verá que los niños son más de coches, videojuegos y todo lo que tenga que ver con la acción y la ciencia ficción. Adoran los deportes porque son eminentemente físicos y no importa que la gente los vea sudar.

    Por otro lado, Andecha tendrá en la cabeza que las amigas son un tanto traicioneras y que el novio es lo primero, no acabe siendo una loca de los gatos. Mientras que Agarimo aprenderá que la fraternidad es lo mejor, los amigos siempre deben ir primero, incluso cuando tienen cuatro patas. ¿No ves que el perro es el mejor amigo del hombre?

     De nuevo, Andecha crece en un segundo plano. Y, a través de los medios y su entorno, comprenderá la imporancia de ser bella, de cuidar y de orientar su vida a lo privado. Mientras Agarimo hará lo propio respecto a la acción, lo físico y sus propias redes.    

Podemos seguir con más ideas del estilo. A Andecha le van a recordar que las niñas son siempre limpias y ordenadas y organizadas. Por eso son buenas cuidando pero es normal que no entiendan de ciencias ni de mates. Mientras que a Agarimo le dirán todo lo contrario. Los niños son desordenados y no muy limpios. Pero son brillantes en ciencias y tecnología.

    Por eso, cuando piensa en qué ser de mayor, Andecha ve que tiene muchos referentes como amas de casa, enfemeras o profesoras pero pocas en otros sectores. Mientras que los referentes de Agarimo son astronautas, bomberos o ingerieros.

     Esto tiene sus consecuencias, porque a Andecha le dicen que sus ingresos pueden ser un apoyo familiar, mientras que Agarimo tiene que ser el cabeza de familia y sentirá, desde  muy joven, la presión por ser el proveedor principal del hogar.

    Y, por supuesto, en este mundo de rosas y azules, a Andecha le van a leer mil veces el cuento del príncipe azul que acaba dándole hijos. Mientras que Agarimo la de un héroe que sueña con ser un Don Juan y que, tal vez en el futuro, pueda plantearse ser padre. Dos arranques de vida diferentes, para dos proyectos de vida distintos.

Frases contrarias peo complementarias

En definitiva, si te fijas bien son una serie de roles que se presentan como contrarios. Amor y sexo frente a frialdad, cuidados vs fuerza, irracionalidad vs racionalidad, naturaleza vs cultura, parcialidad vs imparcialidad, dependencia vs autonomía, pasividad vs actividad, homogeneidad vs igualdad, aislamiento vs fraternidad.  Los primeros marcados como femeninos y, con ello, pensados para ser el destino de las mujeres. Los segundos como masculinos y para los hombres.

     Y, si te fijas un poco más, verás que no solo son destinos contrarios sino complementarios. Algo que alimenta ese dicho de "los hombres son de Marte y las mujeres de Venus", contrarios pero condenados a encontrarse para que las dos mitades de la naranja hagan una completa.

Con un gran impacto en nuestras vidas.

Muchas veces pensamos que estos roles están superados (y, por suerte, están evolucionando) pero todavía tienen un gran impacto en nuestra sociedad. Vamos a ver algunos ejemplos de estadísticas que nos muestran el impacto que siguen teniendo:

 

  • Del total de personas tituladas en universidades españolas, el 60,2% son mujeres. Pero la distribución por ramas de conocimiento revela el sesgo de género. En Ciencias de la Salud las mujeres constituyen el 77% y en Ciencias Sociales y Jurídicas, el 68,5%. Sin embargo, en Ingenierías y Arquitectura son solo el 29%. (Fuente: Encuesta de inserción laboral de titulados universitarios, INE, 2014). Como ves, está muy relacionada con esa idea de que las niñas son buenas en cuidados y en letras, mientras que los niños no saben cuidar y son buenos en ciencias o tecnología.
  • El 88,8% de las trabajadoras del hogar son mujeres (Fuente: Datos de Afiliación a la Seguridad Social, 2016). De nuevo, ese destino de las mujeres ligadas al cuidado.
  • La brecha salarial en España es del 11,9%. Es decir, las categorías u ocupaciones con mayor presencia de mujeres tienen una menor retribución que las de los hombres (Fuente, Eurostat, 2019). Algo muy ligado con comprender que los trabajos feminizados se realizan por un conocimiento que es innato y no adquirido y, con ello, tiene mucho menos valor de cara al mercado de trabajo.
  • Las mujeres dedican al hogar y la familia (por día promedio) 247 minutos, mientras los hombres, 114 minutos (Fuente, Indicadores de la Agenda 2020, INE, 2020). De nuevo, ese reparto de roles tiene un impacto en el día a día.
  • La tasa de suicidio en España por cada 100.000 habitantes es de 9,6 hombres frente a 3,1 mujeres (Fuente: Ministerio de Sanidad, 2016). Aunque la causalidad es compleja, se liga a factores muy ligados con roles como la dificultad que encuentran muchos hombres en expresar sus emociones o pedir ayuda.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo los estereotipos acaban afectando a nuestras formas de vida. Podríamos seguir con otros datos, como el abandono del deporte en la entrada en la adolescencia por parte de las mujeres, el número de ocupación de las mujeres en altos cargos en empresas públicas o privadas y un largo etcétera.

     Pero tan solo queremos plantear algunas pinceladas por si no te habías planteado esta división, lo habías hecho pensando que era natural y que ellos son de Marte y ellas de Venus o quizás pensabas que ya estaba superada. Una herramienta violeta más que puede ayudar a comprender y trabajar hacia una sociedad en clave de justicia social.

 

#estereotiposdegénero #género #feminismos #roles