Esta guía surge de la necesidad de evaluar la calidad de las políticas de participación en las instituciones locales. La propuesta que contiene estas páginas parte de la metáfora de un árbol para explorar las dimensiones y criterios que nos permiten medir la calidad de nuestras experiencias. Desde una perspectiva feminista, enriquece la tarea evaluadora para encaminarnos a una participación ciudadana arraigada, igualitaria y transformadora en términos de justicia social.